top of page

SOBRE LA ARTISTA

Cuka Rivas llegó a la pintura desde niña. Sus maestros han sido Tomás Parra, Ana María Landin, Guillermo Gadda, Martha Ramírez y Robin Bond; sus paradigmas: los alardes luminosos de Claude Monet, la sensualidad de Henri Matisse y las tapicerías incalcables de Gustav Klimt; sus géneros recurrentes: el bodegón, el desnudo, los rincones de la casa. Captura mundos femeninos. flores, frutos, muebles, objetos, velas prendidas que proporcionan la calidez doméstica y mujeres entregadas al abrazo del amante, padeciendo su aucencia, hechas una sombra refulgente, difuminadas contra espejos de luz. Mujeres rememorantes fraguando cónclaves o atrapadas por una irreparabl soledad metafísica inherente al género humano y que nisiquiera los espríritus celestes confortan.

-Beatriz Espejo

"Cuca Rivas quiere retener en la pincelada, en la transparencia de una luz que acumula las ilusiones de la mirada, aquellos momentos en que el ojo absorbe las formas y ese vaivén o esa relación triangular entre la mente del artista, el objeto de su deseo ubicado en un momento de la realidad y su transfiguración en un campo imaginario, que es la tela. 

Las remembranzas, los estados de ánimo y los sentimientos que interfieren en los procesos visuales; están ahí en esos instantes en que la artista recoge sus sensaciones en el espacio del cuadro y dejan en su cristal en una materia líquida, que se escurre hasta confundirse con el resplandor que acentúa una atmósfera velada, quizá una impresión de misterio..."

Rita Eder

Directora del Instituto de Investigaciones Estéticas UNAM

760996901.670554.jpg
760922279.743841.jpg
"Cuka Rivas reinventa, reorganiza, dobla, revisa, desdobla, modifica, pasa en limpio, reintenta y nos brinda, al entrar en su obra, un mundo inaugural, nuevo, distinto, útopico y cierto."

Cristina Pérez

Stadelmann

ESCRITORA

"Certezas coloridas, mates intensificados de luz, asombros marrones y presencias apenas sugeridas. Sujetos, claro, a los naranjas y el ámbar imaginado en su nuevo descubrimiento de tierras fértiles. De ciudades prósperas, de profundos sentimientos. Los vericuetos del alma. Porque al final de eso s trata, de entrar y sentir a través de los lienzos, de la madera, de los acrílicos, de la luz e intensidad de los largos encuentros."

Marta Guerrero

ESCRITORA

760954267_edited.jpg
760923020_edited.jpg
"Cuka experimentó con varias técnicas: pastel, óleo, acuarela, acraminas. Luego, mas dueña de sus recursos, al buscar texturas sorprendentes, recurre al acrílico y al collage y se permite efectos imprevistos con hojas de oro y plata.  Aprovecha los accidentes, los escurridos, las mixturas. Propicia las transparencias, emplea una paleta de tonalidades vigorosas. Y el resultado es la creación de mundos fantásticos donde se establecen juegos entre lo dicho, lo callado y lo apenas sugerido."

Beatriz Espejo

El Contadero

"La pintura de Cuca Rivas es un contacto luminoso con la esperanza, un estremecedor enfrentamiento con los claroscuros de nuestra existencia, un paseo dantesco por los valles del dolor, una exaltación de optimismo cuando la luz entra risueña  y entusiasta por el lado izquierdo de sus ventanas vistiendo de colores sus flores escondidos.  
Cuca Rivas nos presenta mujeres rotas emergiendo lentamente de la penumbra; mujeres desnudas y soñadoras apareciendo entre vapores eróticos de la espesura del placer y de la noche; mujeres solitarias, tal vez ciegas y angustiadas, pensativas y suplicantes, la mayoría de ellas en penoso tránsito por la vida, pero pendiendo de un notable común denominador que proporcionan las tonalidades, la composición y el colorido de la obra: podrá haber desesperación, fatiga, sí, pero en ningún caso resignación. ...
... En la obra de Cuca destaca la suerte y la dolorosa ambición cumplida y satisfecha por una de las razones que justifican nuestra existencia: la razón de ser."

Francisco Martín Moreno

ESCRITOR

061f06de-47f4-400f-9c36-f1a092ff841b_edited.jpg
760997078.610448.jpg
"Ante todo, la pintura de Cuca Rivas es una pintura feliz. 
Es feliz por la alegría que despiden sus naturalezas, mas vivas que muertas, y por la placidez que poseen y suscitan sus desnudos femeninos. Como si las flores hubieran nacido para el cuadro y en el mismo quisieran abrirse y deshojarse. Como si las mujeres hubieran habitado desde siempre el espacio que la pintura crea y por el transitaran serenamente, cómodamente de la juventud a la madurez, del desenfado adolescente a la reflexión...
Es feliz, finalmente, por el generoso espectro de su sensualidad: sí alegra sobremanera la vista, captura también la fragancia de las flores y de los cuerpos, deja escuchar el imaginable cuchicheo de la luz al traspasar una ventana para posarse en una mejilla o en un pétalo, en una hoja o en un muslo, y acaba por revelar cierto ritmo de ciertos seres. Es, además, una pintura dulce y, por sensual, es dificil resistir la tentación de tocarla - mejor: de acariciarla ..."

Gonzálo Celorio

Dir. Difusión Cultural UNAM

© 2025 por Julia Sordo. Creado con Wix.com
 

bottom of page